El nacimiento de El Gran Silencio se remonta a principios de los 90, pero no fue sino hasta el 17 de julio de 1992 cuando los hermanos Tony y Cano Hernández, tomaron las riendas de lo que se convertiría en una de las bandas más importantes de la llamada “avanzada regia” y que haría que muchos de nosotros volteáramos seriamente los ojos hacia Monterrey como la nueva Meca del rock mexicano de finales de los 90.
Mientras continúa la promoción de su ya no tan reciente “Comunicaflow Underground”, platicamos con los hermanos Hernández acerca de los inicios de la banda, la herencia del movimiento rupestre y la eterna batalla con su disquera para poder poner a la venta la segunda parte del “Super Riddim Internacional.
Experimentos e indagaciones.
Cano: Pues, cuando estaba en la secundaria empecé a tocar con unos amigos y así fue como nace El Gran Silencio, haciendo música en mi casa y como no sabíamos tocar, nos era difícil sacar covers. Entonces, no nos quedó otra más que sacar nuestras propias canciones y así fue como lo empezamos.
Empecé con dos compañeros y en un principio era guitarra acústica, armónica y usábamos un bote de cartón como tambor y así empezamos a hacer música, pero no salíamos a tocar porque nos daba pena, entonces lo que hacíamos era que grabábamos canciones en un cassette y grabábamos en la grabadora y así hicimos tres cassettes.
Herencia Rupestre.
Era muy chistoso, porque en ese tiempo todos nuestros compañeros de los demás grupos y de nuestro barrio querían ser como Guns N Roses, o como Metallica, o como Nirvana y a nosotros no sé que nos pasó que queríamos ser como Rodrigo González. Estábamos muy fuera de onda, porque eso fue en el 90 y los rupestres se habían terminado en el 85 con la muerte de Rodrigo González y nosotros estábamos haciendo música en los 90 y queríamos ser parte del colectivo de los rupestres, de los cantantes errantes.
Nosotros nos sentíamos muy identificados con todos los rupestres, lo que era Catana, lo que era Rockdrigo, Eblén Macari, Roberto González y a todos los escuchábamos y yo todavía los sigo escuchando. Todavía hay mucha influencia de todos los rupestres y por eso nos llamamos El Gran Silencio, por un tema de Rodrigo González y entonces ahí siempre lo vamos a tener.
La larga historia del Super Riddim 2.
I.
Tony: ¿Así que quieres saber la historia del Super Riddim?
Pues, desgraciadamente caímos en una disquera en donde no tienen la labor institucional de mantenera los empleados. Son compañías disqueras donde la gente fluye constantemente, son los mismos cambiándose con los otros mismos, la gente que un día vez en Universal mañana la puedes ver en Sony y la gente que ves en Sony mañana la puedes ver en BMG y a estos los pueden correr y los aceptan en EMI.
Es un trabajo muy cómodo, yo no tengo nada en contra de ellos porque tengo amistad con muchos, pero creo que en sí el empleo de los que trabajan en una compañía disquera es un empleo muy raro, porque yo pienso que si yo fuera soldador y me corren de la “ILSA planta tubería”, pues la gente de “Aceros Planos” no me iba a agarrar ni a mentadas de madre. Pero, aquí pasa algo muy raro. Hay gente que hace un mal trabajo o que tiene fracasos y los aceptan en otras compañías disqueras, les dan cargos de A&Rs y después se vuelven hasta presidentes de compañías y luego después A&R y después de marketing y cosas muy raras.
Nosotros teníamos amistades dentro de la compañía disquera que nos apoyaban desde el principio, pero con esta fluidez de trabajadores, empezaron a venir otros nuevos y la compañía cayó en un bache y entonces viene gente que no está enamorada de El Gran Silencio, que no supieron cómo se sufrió cuando entramos a la compañía, que no viajó con nosotros en las camionetas todo México en una sola panel desde Chiapas hasta Tijuana. Entonces, no les importa El Gran Silencio... ¡y luego también son músicos!
Y es increíble, ahí es donde se va perdiendo la ética porque si tú tienes un plan táctico de cómo te vas apromocionar e inventar ciertas cosas de promoción, pues ellos también las pueden aplicar en sus bandas o en otras bandas que siguen, pero en lugar de eso terminan estando todos contra todos.
II.
Así pasó con el Super Riddim, el Super Riddim fue un proyecto que se creó con la gente de la compañía disquera con el propósito de hacer un disco doble, nos dieron un presupuesto y nos dijeron: “Tienen esta cantidad de dinero para que hagan un disco”, y nosotros hicimos arriba de 80 temas, todos muy buenos (y no lo digo yo, lo dice toda la gente que se involucró en el proyecto y la gente que ha escuchado las canciones).
Entonces, dijeron en la compañía disquera: “Pues ¿cuáles metes?”. Y el problema era escoger las canciones para el disco y dijeron ellos: “De aquí salen tres discos”, y nosotros dijimos: “Pues sí salen tres, pero nosotros queremos hacer dos, queremos hacer un disco doble”. No nos dieron el presupuesto para el disco doble y nos pagan un solo disco y entonces partimos el disco en dos. Hicimos el “Super Riddim Vol. 1” y con el presupuesto que nos dieron empezamos a trabajar excelentemente bien.
Después, a la mitad de la promoción del Super Riddim Internacional viene gente nueva, nuevo presidente de la compañía, se va el pasado, llegan nuevos A&Rs, nuevas secretarias y nadie sabe nada de El Gran Silencio y no nos distribuían ni hacían nada. Estábamos en el limbo junto con otras bandas, no sólo El Gran Silencio, muchas otras bandas quedaron en la misma posición. El problema de nosotros era que teníamos dos discos y ya se anunciaba un Super Riddim para el mes de octubre del 2003 y no quisieron hacerlo.
Al disco le fue muy bien, lo nominaron al Grammy, los premios Billboard al lado de los Kumbia Kings y Juan Gabriel, en fin hicimos un montón de cosas con el Super Riddim y la compañía ni nos felicitó.
III.
De repente, se llegó el tiempo del Super Riddim 2 y la compañía nos dijo: “¿Cual Super Riddim 2?”, y nosotros: “¡Pues el que sigue! Es un disco doble a destiempo”. Y entonces ellos nos dijeron: “No, pues ese disco no, es que no podía ser ese disco, porque no está bien planeado, no debería salir un disco primero y luego otro tan rápido porque no deberías de competir contigo mismo”, y empezaron a sacar un montón de cosas.
Y entonces nos dijeron que sí lo iban a sacar y que les diéramos el master y nosotros les dijimos: “Perate papá, primero tienes que “apolingarte” con lo del presupuesto del segundo disco porque lo vas a vender, no lo vas a regalar”, y dijeron que no, que ese disco se había hecho con el presupuesto del primer disco también. Pero si al panadero tú le das mil pesos para que haga cincuenta panes y hace 100, pues a tí no te tienen que importar los otros 50.
Aparte, se los habíamos dejado en un presupuesto más bajo del que nos habían dado para el primero y aún así no quisieron. Queríamos sacar el “Super Riddim Vol. 2” a un precio muy bajo (lo equivalente a un poco más de 5 dólares) y no quisieron. Dijeron: “O.K., vamos a darles un presupuesto para otro disco pero no queremos el “Super Riddim””, y nosotros nos sacamos de onda. Ellos dijeron que estaba a nombre del productor ejecutivo de EMI que ya no está y esa gente ya no está, que hiciéramos uno nuevo.
Y nosotros con tal de avanzar con el contrato y terminar pronto dijimos: “Vamos a hacer otro disco”, y así fue como nació el “Comunicaflow”, una fuga de condón, de un hijo descarriado pero muy bonito güerito, ojo azul (jejeje).
No, en verdades muy bueno el “Comunicaflow”, pero tenemos un Super Riddim Internacional que va a salir ya cuando El Gran Silencio sea independiente, ese disco no se pierde.
Ya hemos estado tocando temas como “El Timbalero”, que es un tema que ha estado sonando muy fuerte, una mezcla de hard core con música colombiana y por ahí hemos tocado también otros temas del “Super Riddim 2”, por ahí hay pedacitos sueltos en el Internet.
¡Uff!, una historia muy larga, pero así es.
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