Irrumpieron en el escenario, rompieron el silencio y los alrededores del Centro Cívico Constitución se llenaron de música, de energía, de un concierto de rock, cumbia y hip-hop que pusieron a bailar hasta el más serio. Y es que, los ritmos de El Gran Silencio contagian, alegran.
En el inicio de los festejos del 477 aniversario de la Fundación de Culiacán, el grupo regiomontano logró reunir a más de mil espectadores en las canchas de básquetbol del parque.
Llegaron los chavos de negro, los de cabello largo y aretes en nariz y labios, los que chiflan, los serios y luego de más de media hora de retraso, porque los funcionarios recorrían los pabellones de artesanía y de organismos ciudadanos, el espectáculo inició y no dejaron al Alcalde Jesús Vizcarra decir algo más que la bienvenida.
Los de El Gran Silencio salieron, brincaron, cantaron y contagiaron a los culiacanenses con sus ritmos. Abajo, chicas sobre los hombros de sus chicos, señores, familias, parejas de enamorados que pese al calor de la muchedumbre permanecían abrazados, adolescentes y hasta niños estaban bailando.
Don Juan salió del trabajo, pasó por ahí y aunque traía unos libros en la mano, decidió entrar y disfrutar del espectáculo completo. Con su pantalón claro y camisa azul a rayas, estaba ahí. A ratos serio, a ratos bailando, sumergido en ese "destrampe" musical.
Los regios cantaban “Cumbia Lunera”, “Mitote”, “Súper Riddim Internacional”, “Pobre de Ti”, y entre la cumbia y las tontas canciones de amor, los jóvenes atrapaban el momento con el celular.
"Arriba el norte", gritaba Tony Hernández, "arriba Culiacán cab...", provocando la euforia de todos.
Sonaba el acordeón, las guitarras, el bajo, baterías y percusiones y entre el humo del escenario y “Cumbia Poder, se formaban grupos de baile, gritos, coros, palmas.
Cano Hernández, uno de los dos vocalistas, habló de la hermandad entre los países latinos y anunció la siguiente rola: “América”, que prendió a su público.
Luego una falla técnica impidió que el grupo interpretara la dedicada a los graffiteros, y luego del común grito de "huleeero", "huleeero", la energía de Cano, con su estilo que mezcla los ritmos populares y las influencias raperas del norte, los hizo bailar y seguir pidiendo más.
Y al final, luego del aclamado “Chúntaro Style”, El Gran Silencio cerró con “Dormir Soñando”.
El Grupo
El Gran Silencio se formó en Monterrey en 1993 y ha grabado tres álbumes en estudio: “Libres y Locos”, “Chúntaros Radio Poder” y “Súper Riddim Internacional vol. 1, con los que han dado la vuelta al mundo después de haber permanecido dentro del circuito local regiomontano.
Sus integrantes son Cano Hernández, voz y guitarra; Tony Hernández, voz y guitarra; Isaac Valdez, acordeón y Ezequiel Alvarado, batería.
En el inicio de los festejos del 477 aniversario de la Fundación de Culiacán, el grupo regiomontano logró reunir a más de mil espectadores en las canchas de básquetbol del parque.
Llegaron los chavos de negro, los de cabello largo y aretes en nariz y labios, los que chiflan, los serios y luego de más de media hora de retraso, porque los funcionarios recorrían los pabellones de artesanía y de organismos ciudadanos, el espectáculo inició y no dejaron al Alcalde Jesús Vizcarra decir algo más que la bienvenida.
Los de El Gran Silencio salieron, brincaron, cantaron y contagiaron a los culiacanenses con sus ritmos. Abajo, chicas sobre los hombros de sus chicos, señores, familias, parejas de enamorados que pese al calor de la muchedumbre permanecían abrazados, adolescentes y hasta niños estaban bailando.
Don Juan salió del trabajo, pasó por ahí y aunque traía unos libros en la mano, decidió entrar y disfrutar del espectáculo completo. Con su pantalón claro y camisa azul a rayas, estaba ahí. A ratos serio, a ratos bailando, sumergido en ese "destrampe" musical.
Los regios cantaban “Cumbia Lunera”, “Mitote”, “Súper Riddim Internacional”, “Pobre de Ti”, y entre la cumbia y las tontas canciones de amor, los jóvenes atrapaban el momento con el celular.
"Arriba el norte", gritaba Tony Hernández, "arriba Culiacán cab...", provocando la euforia de todos.
Sonaba el acordeón, las guitarras, el bajo, baterías y percusiones y entre el humo del escenario y “Cumbia Poder, se formaban grupos de baile, gritos, coros, palmas.
Cano Hernández, uno de los dos vocalistas, habló de la hermandad entre los países latinos y anunció la siguiente rola: “América”, que prendió a su público.
Luego una falla técnica impidió que el grupo interpretara la dedicada a los graffiteros, y luego del común grito de "huleeero", "huleeero", la energía de Cano, con su estilo que mezcla los ritmos populares y las influencias raperas del norte, los hizo bailar y seguir pidiendo más.
Y al final, luego del aclamado “Chúntaro Style”, El Gran Silencio cerró con “Dormir Soñando”.
El Grupo
El Gran Silencio se formó en Monterrey en 1993 y ha grabado tres álbumes en estudio: “Libres y Locos”, “Chúntaros Radio Poder” y “Súper Riddim Internacional vol. 1, con los que han dado la vuelta al mundo después de haber permanecido dentro del circuito local regiomontano.
Sus integrantes son Cano Hernández, voz y guitarra; Tony Hernández, voz y guitarra; Isaac Valdez, acordeón y Ezequiel Alvarado, batería.
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